El restaurador Jesús Sánchez, propietario del restaurante Cenador de Amós (una estrella Michelin) de Villaverde de Pontones, dirigirá la hostelería del futuro Centro de Arte Botín, concebido por el arquitecto Renzo Piano. El chef de origen navarro pero afincado en Cantabria desde comienzos de los años noventa, cuando formó parte del equipo de cocina del Molino (Puente Arce), es uno de los líderes y referentes de la cocina en Cantabria, y prueba de ello es que su restaurante está reconocido desde 1995 con una estrella en la prestigiosa Guía Michelin y con dos soles en la Guía Repsol. Mientras prosiguen las obras de la infraestructura cultural en el muelle de Albareda, la Fundación Botín ultima los detalles de los diferentes servicios públicos con los que contará el Centro que será inaugurado en Santander en junio de 2014, con un presupuesto de 77 millones de euros y una estimación de unos 200.000 visitantes al año.
La institución santanderina, primera fundación privada española, estudió tras una invitación restringida, diversos proyectos para la gestión hostelera del centro que se construye frente a la bahía. Tras barajar dos opciones cántabras finales la entidad se decantó por encargar a Jesús Sánchez la gestión del área de restauración del Centro. Los propietarios del restaurante Cenador de Amós, ubicado en Villaverde de Pontones, el matrimonio formado por el mencionado cocinero y la directora del establecimiento Marián Martínez, también participan en la dirección, junto con otros socios, del restaurante Casona del Judío en la capital cántabra.
Restaurante y cafetería
Los 6.000 metros cuadrados del Centro Botín se organizarán en dos edificios, uno dedicado al arte y otro a la educación. Los dos bloques contemplan, en la planta baja, un espacio social, abierto, que incluirá precisamente las zonas de ocio, restaurante, cafetería y tienda.
A falta aproximadamente de un año para que finalicen las obras del edificio –aunque en paralelo deberán continuar los trabajos del entorno, el túnel para soterrar el tráfico y la ampliación de los Jardines de Pereda– tanto la Fundación como el equipo que dirige el restaurador ya están definiendo las necesidades y servicios, dotados de cafetería, restaurante y zona de terraza con panorámicas de la bahía y la ciudad. En lo que se refiere a la propuesta del restaurante se estudia que tenga sintonía con los ‘bistrós o gastrobares’ que ahora triunfan en los ámbitos urbanos. En principio, se ha descartado plantear un restaurante gastronómico, en la línea de cocina moderna en la que se mueven las estrellas Michelin. Por el contrario, se pretende definir un proyecto más accesible a todo tipo de públicos, tanto para quienes visiten el Centro como para los santanderinos que quieran hacer uso de los servicios de hostelería de la futura infraestructura.
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